martes, 6 de julio de 2010

FAITH NO MORE - THE REAL THING




'The Real Thing' fue mi introducción hacia un nuevo estilo musical base, el funk metal, y, a la vez, hacia una serie de nuevas posibilidades que se apoyaban en tal base, y que serían explotadas por la banda en su siguiente lanzamiento.


Hacia 1989, Faith No More tenía 2 LPs en su haber y un éxito comercial menor (los singles de "We Care a Lot" y "Anne's Song"), pero que los ayudó a entrar de a pocos en el subconsciente de la nueva generación de aficionados. Fue en ese tiempo que un joven Mike Patton llegó, reemplazando al vocalista Chuck Moseley, y la relación simbiótica entre artista-banda se dio de forma mágica. El cantante aportó sus enormes dotes musicales, mientras que el nivel instrumental y compositivo de la banda le permitió desarrollar sus talentos plenamente.

Es en ese año que los Red Hot Chili Peppers, una suerte de primos hermanos (y futuros enemigos), aprovecharon el momento y golpearon fuerte con 'Mother's Milk'. Faith No More ya había lanzado 'The Real Thing' previamente, y se benefició por la popularidad del nuevo disco de sus rivales.

El single de "Epic", una de las canciones clave en el desarrollo de la escena alternativa fue, entonces, el caballito de batalla de la banda, y abrió las aguas del mainstream de manera total.


Ahora, "Epic" no sólo es un single de éxito. Es una de las pocos ejemplos donde el single principal de un álbum no abandona la estética musical de la banda, convirtiéndose, al mismo tiempo, en una perfecta destilación de las mejores cualidades de la misma. Y un cúmulo de influencias se denotan a través de cada una de dichas cualidades: La experimentación de un cantante que se debate entre el absurdo y la virtuosidad; el metal de una guitarra sólida y dinámica; el funk de un bajo de tono poderoso y fluido, en conjunto con la precisa sincopación de la batería. Finalmente, una firme base de teclados que soporta todo el peso instrumental.


Estas mismas características están presentes a lo largo de los 55 minutos del disco, pero la enorme capacidad y creatividad del grupo permiten una alta variedad de propuestas sonoras, sin que la compilación de todos estos elementos resulte excesiva.

Así, se suceden la punkera "From Out of Nowhere", la divertida y funky "Falling to Pieces", la explosiva complejidad rítmica de "Surprise! You're Dead!", el cósmico funk metal de "Zombie Eaters", y las extensas piezas experimentales de "Woodpecker From Mars" y de la canción del título.

Como para sopesar tal crisol de sonidos, se decidió incluir un estupendo cover del todopoderoso "War Pigs" de Black Sabbath, aparentemente idéntico a la versión original, pero que desnuda una completa reinterpretación tras sucesivas escuchas.


Todos estos adjetivos no sobran, en realidad, cuando se trata de describir el impacto que 'The Real Thing' produjo en el futuro del rock. Incontables bandas de metal seguirían las bases de este álbum, y la fusión de estilos tan gramaticalmente disímiles como el rap y el rock se solidificaría gracias al mismo. Sin mencionar su papel como uno de los documentos determinantes en la conformación de una nueva escena de gran potencial artístico y comercial en el rock.

EL AIRE - EL CONFLICTO DE LAS EMOCIONES




Como un impulso patriota momentáneo, procederé a reseñar esta segunda parte del disco triple 'Noiculover y La Fantástica Circunstancia' del proyecto unipersonal El Aire de Jose Javier Castro.


'El Conflicto de las Emociones' es un disco de ambient music/electrónico-experimental, que mantiene un sentido de continuidad musical entre los tracks, por lo que destacar alguno es innecesario para describir su impacto.


Resulta una agradable sorpresa saber que si se cuenta con el empeño necesario se pueden descubrir joyas escondidas en medio de la nublada oferta musical local. Castro ya tenía cierto recorrido en la escena limeña(La Liga del Sueño, Humo Rojo entre otros) cuando El Aire lanzó su primer disco en 1992, y así nacía una de las bandas de culto más importantes de los últimos tiempos en tierras lorchas.


Como ya dije con anterioridad, citar algún tema como pico musical es ocioso, ya que la unidad sónica le permite al aficionado la libertad de escoger sus propios "momentos favoritos" Es de resaltar, claro está, el nivel de creatividad y la valentía de experimentar por senderos poco recorridos por nuestros músicos: 'Noiculover...' está planteado como un gran cuadro teatral de 3 actos que fusionan el realismo con una onírica propuesta sónica, todo producido en una consola de sonidos cuyas posibilidades, limitadas en apariencia, resultan amplísimas en colores y trazos, sobre todo en 'El Conflicto de las Emociones', el primero de los 3 discos.


Influido por el space rock(en especial el Pink Floyd de 1968-1975) e incluso algo de drone al estilo de Fripp & Eno, Castro superpone con maestría finísimas capas de textura sónica que logran un contrapunto notable. El título de este trabajo resulta obvio más que acertado, ya que su escucha produce una serie de interminables sensaciones que colisionan entre sí mientras que el disco progresa.

A diferencia de´'Como Un Día en la Radio' y 'En la Era de la Luz'(los otros dos álbumes del 'Noiculover') 'El Conflicto de las Emociones' evita el inmediatismo del primero y la abstracción del segundo, logrando un balance donde el oidor es capaz de controlar el viaje sónico, sin someterse a la interpretación del autor pero tampoco despegando los pies del suelo tanto como para perder el sentido del espacio-tiempo.


Imprescindible si buscas un espacio de relajo en medio del stress diario, ya sea en tu casa o en las espóradicas tocatas en La Noche o en algún otro local donde todavía le dan cabida al artista peruano.

THE CARS - THE CARS




The Cars es una de las bandas emblemáticas del new wave americano y la más exitosa a nivel comercial. La mayoría de sus compilatorios son éxitos rotundos en ventas y son la pizarra perfecta para la apreciación de su música. Sin embargo, la mayoría de sus mejores canciones (y de las más populares también) se encuentran en su disco debut homónimo, una suerte de álbum-compilatorio.


Para 1978, el gusto popular estadounidense había cambiado. Led Zeppelin, Jethro Tull y demás dinosaurios del llamado heavy rock ya no dominaban las radios. Un nuevo movimiento musical invadía no sólo las emisoras, sino también las pistas de baile. El fenómeno disco lo acaparaba todo y no parecía querer irse.


Sin embargo, la introducción de nuevos y sofisticados elementos sonoros en el pop/rock había creado un nicho para el estilizado new wave, una de las últimas corrientes en boga, y que sacaba la cara por el rock en el mainstream, por decirlo de alguna forma.

The Cars tomaría ambos enfoques y los explotaría al máximo.


Este primer álbum nos muestra una banda con un sonido definido y claro. No se trata del pop cerebral de bandas como Talking Heads, por ejemplo, pero la mecánica fórmula de canciones pop, con potentes riffs y solos de hard rock, en conjunto con una colorida producción, acentos melódicos y gran sentido de la dinámica, resulta sencilla y tremendamente efectiva, no sólo para escuchar sino también para bailar.


"Good Times Roll" y "All Mixed Up" las dos canciones que demarcan el disco, son 2 efectivos ejercicios de pop minimalista, con ciertos guiños al art rock en sus sintetizadores, y que encierran, entre ellas, un cúmulo de excelentes temas que varían poco en su propuesta, pero que guardan una gran consistencia. Clásico tras clásico, el soundtrack de la nueva juventud americana, enamoradiza y víctima de una época particularmente superficial, se nos devela.

Entre estos temas se destacan 2.

"My Best Friend's Girl" hace eco al pop sesentero en el uso de palmas para la percusión, los coros beatlescos y una estructura sencilla de bellas melodías y una activa interpolación en el trabajo vocal.

"Just What I Needed" la canción de bandera de la banda, es, asimismo, uno de los himnos new wave más trascendentes e identificables. La ya clásica introducción power pop de potentes riffs guitarreros, así como el sorprendente solo, cortesía del gran Elliot Easton le da un carácter más punky a la canción, en contraposición a su conmovedora performance vocal y letras. Los dulces fraseos de teclados y poderosa sección rítmica sólo redondean el resultado final.


'The Cars' es, en suma, uno de los documentos básicos para entender lo que significó el new wave y el período que dicho movimiento dominó, así como uno de los más grandes placeres prohibidos para el aficionado. Basta con ver la portada repleta de elementos kitsch, consumistas, pero dueños de una juguetona despreocupación. Si deseas un viaje de vuelta a la radio de tu infancia, éste disco es una de las garantías.