viernes, 26 de agosto de 2011

WHITE STRIPES - ELEPHANT






Si White Blood Cells fue el álbum donde el dúo de Detroit explotó, Elephant es el disco donde demuestran que los rumores eran verídicos, pero que todavía no le hacían justicia a los White.
Algunos criticaron el hecho de que el disco no tenía tantos temas destacados como en el trabajo anterior, pero es justamente esa equiparidad entre canciones lo que hace de Elephant un mejor disco, ya que el promedio se niveló hacia arriba, no hacia abajo.

El disco muestra una tendencia mucho más marcada por el blues rock, pero el fervor garajero esta ahí, clarísimo. Digno heredero del crudo rock de Detroit.
Temas como la furiosa bluesy "Black Math" demuestran el grado de personalidad de la guitarra de Jack White, donde técnica, sensibilidad y agresividad se funden en un sonido filoso e inmediato. La enorme "Ball and Biscuit", cuya súbita interpolación de versos calmados con solos agresivos resulta sorprendente, es el tema central de disco y un resumen del sonido que Jack buscó desde un inicio. Con un simple pero demoledor golpe de batería(vintage Meg White) la guitarra parece incendiarse en notas bluseras punzantes y te arrastra en su descontrol, controlado por un ritmo marcial.
La sorpresiva "In The Cold, Cold Night" es un número de blues acústico y nocturno, donde la suave pero seductora voz de Meg cautiva tejiendo hilos invisibles alrededor del aficionado.

¿Que no habían éxitos? "Seven Nation Army" fue el himno garage del 2003, con un riff sencillo pero potente y una interpretación vocal de claro sabor sesentero. La casi metálica "The Hardest Button to Button" fue otra canción que gozó de espacio en los medios. Ambos temas mostraron videoclips que resaltaban la imagen kitsch y minimalista de la banda, con las alusiones a los caramelos rojiblancos(los clásicos red and white peppermint gringos) y con una sucesión de planos visuales notable, que cimentaba la identidad de la imagen de la banda.

El resto de temas completan un disco monolítico por donde se le mire. Cada quien encontrará sus propias canciones favoritas, ya que el disco posee una buena diversidad de acercamientos musicales.
Como cima del catálogo de la banda, Elephant sería un disco difícil de seguir. El dúo intentó en el siguiente trabajo, Get Behind Me Satan del 2005, una propuesta distinta, pero que se sentía precocida. Se recuperaron con el Icky Thump del 2007, pero los fans que todavía esperábamos que el dúo repunte hasta alcanzar el nivel de Elephant nos quedamos en el aire dada su ruptura a comienzos de este año. Regresarán?. Mientras tanto, sigamos escuchando este discazo.

JEFF BECK GROUP - TRUTH






Este es un disco importante, sin duda, en el desarrollo de lo que conocemos como rock duro, hard rock o heavy rock. Resulta difícil pensar en la música heavy metal de hoy sin reconocer la influencia de los furiosos acordes de Beck, así como el incendiario tono de sus solos, la apasionada voz de Stewart y una aplastante sección rítmica.

Todo comienza en 1966, en Inglaterra. Los Yardbirds le habían dado un lugar preponderante a la guitarra en la estructura de sus canciones, beneficiando los acordes duros y los solos de guitarra protagonistas en los puentes, pero todavía se ubicaba en el campo del pop y blues rock. Cream había expandido el concepto de lo que la guitarra podía crear en un contexto de improvisación en vivo, y Hendrix aún más, sólo que ambos se dedicaban aún a rescatar las raíces de la música negra norteamericana y a fusionarla con la psicodelia de moda(Clapton tenía una fluidez extraordinaria en las cuerdas y Hendrix realizaba verdaderos viajes astrales).

El punto de partida del endurecimiento del blues rock fue el encuentro de dos gigantes: Beck coincidió con Jimmy Page en la última formación de los Yardbirds, y, si bien esta etapa fue corta, resultó fructífera para ambos. El concepto original del supergrupo de Page incluía a Beck como compañero en guitarra, así como a la increíble sección rítmica de los Who y a Steve Winwood, Steve Marriot y hasta a Donovan en voces y teclados. Beck, sin embargo, se fue por su lado, y se dedicó a escoger a su propia superbanda. Escogió bien: Rod Stewart jamás cantaría mejor. Su poderosa y rasposa voz blues le daba un toque dramático a la interpretación vocal en las canciones, beneficiadas asimismo por un genial Ron Wood al bajo(nunca debió dejar el instrumento), Micky Waller como una locomotora en batería, y, como la cereza de la torta, Nicky Hopkins, uno de los tecladistas de sesión mejor considerados del momento en Inglaterra.

El disco debut del quinteto, entonces, viaja por una serie de versiones de viejos clásicos del blues, así como una potentísima "Shapes of Things", donde Beck le saca mayor punche a los arreglos de una de sus mejores canciones en los Yardbirds. Las canciones originales son buenas y efectivas: "Let Me Love You" es un blues rock denso y galopante, similar a "Rock My Plimsoul". "Blues de Luxe" es una joya de más de 7 minutos donde se luce la capacidad instrumental sobre todo de Nicky Hopkins y el propio Beck.
Pero es "Beck’s Bolero"(cuya composición aún se la disputan Beck y Page) la que resultaría uno de los mejores momentos del disco. La delicada guitarra slide, la gran rítmica de Page(cuya típica orquestación de guitarras resulta evidente) se lucen en un ritmo de bolero básico, para cambiar de súbito a una segunda y monolítica segunda sección donde el bajo de John Paul Jones y la atronadora percusión de Moon(que sacudió su propio micrófono) se asemejan a un ritmo marcial.

Si se hace un paralelo con el otro gran disco de heavy rock de finales de los 60’s, el Led Zeppelin I, se destaca el hecho de que el Truth todavía se mantiene bajo una fuerte influencia blues, una primera viola más compleja y con fraseos varios, mientras que el disco de Zeppelin es el primero que orienta su composición hacia los riffs más pesados de guitarra, apoyados en percusión(pese a que el tono y distorsión de Beck es más agresivo que el de Page, con solos de mayor rigidez y estructura).


Bastaría con comparar sus versiones del clásico "You Shook Me" (la del Truth con una genial introducción de Hopkins) donde la de Zeppelin es más pesada y oscura, así como en su famosa Dazed and Confused. Podría concluirse, entonces, que The Jeff Beck Group dio el primer paso y Zeppelín evolucionó con esas bases.

En suma, hablamos de un disco redondo, con identidad propia, con canciones plenamente disfrutables y de calidad, y una piedra angular para toda una movida.