viernes, 26 de agosto de 2011

JEFF BECK GROUP - TRUTH






Este es un disco importante, sin duda, en el desarrollo de lo que conocemos como rock duro, hard rock o heavy rock. Resulta difícil pensar en la música heavy metal de hoy sin reconocer la influencia de los furiosos acordes de Beck, así como el incendiario tono de sus solos, la apasionada voz de Stewart y una aplastante sección rítmica.

Todo comienza en 1966, en Inglaterra. Los Yardbirds le habían dado un lugar preponderante a la guitarra en la estructura de sus canciones, beneficiando los acordes duros y los solos de guitarra protagonistas en los puentes, pero todavía se ubicaba en el campo del pop y blues rock. Cream había expandido el concepto de lo que la guitarra podía crear en un contexto de improvisación en vivo, y Hendrix aún más, sólo que ambos se dedicaban aún a rescatar las raíces de la música negra norteamericana y a fusionarla con la psicodelia de moda(Clapton tenía una fluidez extraordinaria en las cuerdas y Hendrix realizaba verdaderos viajes astrales).

El punto de partida del endurecimiento del blues rock fue el encuentro de dos gigantes: Beck coincidió con Jimmy Page en la última formación de los Yardbirds, y, si bien esta etapa fue corta, resultó fructífera para ambos. El concepto original del supergrupo de Page incluía a Beck como compañero en guitarra, así como a la increíble sección rítmica de los Who y a Steve Winwood, Steve Marriot y hasta a Donovan en voces y teclados. Beck, sin embargo, se fue por su lado, y se dedicó a escoger a su propia superbanda. Escogió bien: Rod Stewart jamás cantaría mejor. Su poderosa y rasposa voz blues le daba un toque dramático a la interpretación vocal en las canciones, beneficiadas asimismo por un genial Ron Wood al bajo(nunca debió dejar el instrumento), Micky Waller como una locomotora en batería, y, como la cereza de la torta, Nicky Hopkins, uno de los tecladistas de sesión mejor considerados del momento en Inglaterra.

El disco debut del quinteto, entonces, viaja por una serie de versiones de viejos clásicos del blues, así como una potentísima "Shapes of Things", donde Beck le saca mayor punche a los arreglos de una de sus mejores canciones en los Yardbirds. Las canciones originales son buenas y efectivas: "Let Me Love You" es un blues rock denso y galopante, similar a "Rock My Plimsoul". "Blues de Luxe" es una joya de más de 7 minutos donde se luce la capacidad instrumental sobre todo de Nicky Hopkins y el propio Beck.
Pero es "Beck’s Bolero"(cuya composición aún se la disputan Beck y Page) la que resultaría uno de los mejores momentos del disco. La delicada guitarra slide, la gran rítmica de Page(cuya típica orquestación de guitarras resulta evidente) se lucen en un ritmo de bolero básico, para cambiar de súbito a una segunda y monolítica segunda sección donde el bajo de John Paul Jones y la atronadora percusión de Moon(que sacudió su propio micrófono) se asemejan a un ritmo marcial.

Si se hace un paralelo con el otro gran disco de heavy rock de finales de los 60’s, el Led Zeppelin I, se destaca el hecho de que el Truth todavía se mantiene bajo una fuerte influencia blues, una primera viola más compleja y con fraseos varios, mientras que el disco de Zeppelin es el primero que orienta su composición hacia los riffs más pesados de guitarra, apoyados en percusión(pese a que el tono y distorsión de Beck es más agresivo que el de Page, con solos de mayor rigidez y estructura).


Bastaría con comparar sus versiones del clásico "You Shook Me" (la del Truth con una genial introducción de Hopkins) donde la de Zeppelin es más pesada y oscura, así como en su famosa Dazed and Confused. Podría concluirse, entonces, que The Jeff Beck Group dio el primer paso y Zeppelín evolucionó con esas bases.

En suma, hablamos de un disco redondo, con identidad propia, con canciones plenamente disfrutables y de calidad, y una piedra angular para toda una movida.

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