GUNS N´ROSES
Por qué es Guns N' Roses mi banda de rock favorita de todos los tiempos? Bueno, tendría que remontarme a 23 años atrás, justo en el momento en que salió al aire, por primera vez en la TV peruana, el vídeo de "Sweet Child O' Mine", una rockera canción de amor por la nueva sensación salida de Los Angeles.
Mi hermana mayor era una gran fan de todas las bandas de glam metal que sonaban en aquél tiempo (quería casarse con Bon Jovi, según recuerdo :S) y me incentivaba a escucharlas con ella, hacer "air guitar" juntos en el patio trasero de la cas y comprar pins, polos y toda esa mierda que no apreciaba tanto a la tierna edad de 6 años.
Lo que sí llegué a apreciar plenamente fueron los escalofríos que me produjeron el solo de guitarra y la performance vocal de la canción. Pese a ser sólo un niño, ya sabía que esta banda era diferente a los demás. Una banda especial. No tenía la menor idea del mainstream rockero hacia inicios de 1988, así que Guns N' Roses era la única banda que acaparaba mi atención. Fue el grupo que me introdujo al rock, el que me enseñó que los hombres con pelo largo no ncesariamente eran gay o afeminados, tal como te lo indicaba la sociedad retrógrada local. Era una agrupación diametralmente distinta a todos los pueriles, aniñados Kiss wannabe que colmaban al MTV de entonces.
Tristemente, nunca me volví un melómano en el colegio. Estaba más interesado en juegos de mesa, de video, en chicas y deportes. El primer contacto había sido hecho, pero eso fue todo.
Once años más tarde, habiendo eludido todas las modas musicales, decidí gastar mis ahorros navideños en mis primeros CDs. Entre ellos estaba Appetite For Destruction. Esa noche puse el disco en el equipo y no abandonó ese nicho por semanas. Un nuevo horizonte se abría frente a mis ojos. No lo entendí bien en el momento, pero de repente sentí una desesperada necesidad de destruir todo, mear en la calle, atacar a los tombos y tirarme a docenas de chicas sólo porque sonaba de la puta madre. SU música es ASÍ de poderosa, y no está basada en el sombrero de copa de Slash, los lentes de aviador de Axl, el guardarropa gitano de Izzy, la vincha punky de Duff o la chiflada sonrisa de Steven. La portada del álbum era tan sugestiva: cinco calaveras a manera de cruz que revelaban el la naturaleza honesta y cruda de la música contenida, la cual representaba el soundtrack más brutal del inferno urbano. Siendo, sin duda alguna, los embajadores por excelencia del Skid Row, la decadencia de la Ciudad de los ángeles no era exclusiva: las 12 historias de ira, resentimiento, apatía mundana, sexo animal y todo tipo de perversiones presentes en el Appetite podrían compartir espacio, al mismo tiempo, con las declaraciones de amor más sinceras. Es tan representativo de la naturaleza humana que resultaban tan inquietantes como adictivas. Porque Guns N' Roses es una droga. Esa fue la noche que descubrí por qué el rock 'n' roll significaba tanto para tanta gente. Poco después ya tenía la discografía completa y, aunque ninguno de los otros discos producían un impacto emocional como el Appetite, tú tenías que usar tu ilusión (Use Your Illusion) para poder ver a través de todas las mentiras (Lies) de la industria discográfica y entender por qué el sonido de GNR produjo tal impacto comercial. Era porque dicha industria necesitaba desesperadamente una patada en el culo en 1988, pero también, simplemente porque la música de la banda era genial.
Y 22 años después, yo aún viajo hacia Paradise City con el Nightrain, en mi Locomotive, empapado por la November Rain mientras que sigo Estranged de mi Michelle. Y Back Off Bitch, Don't Damn Me. You Could Be Mine, sé que tú estás Out 'ta Get Me, It's So Easy el Get in the Ring contigo, pero tú eres solo otra Rocket Queen, You Ain't the First, sólo eres One in a Million, eres sólo Dust N' Bones. Así que Don't Cry, Move to the City y no comiences una Civil War, ya que yo simplemente me quito a The Garden (of Eden) con mi eterna Sweet Child O' Mine.