miércoles, 25 de marzo de 2009

BECK - SEA CHANGE


Beck era un artista que yo desconocía por completo antes de acceder a mejores medios especializados en música. Según la información que pude obtener, se trataba de un artista revolucionario, que podía sacar canciones ridículamente pegajosas a la vez que inteligentes(Loser) pero, sobre todo, valiente a la hora de mezclar influencias que producían un collage de sonidos y samples sin paralelo desde el Paul's Boutique de los Beastie Boys o, incluso, desde el Zappa sesentero.
Es curioso, entonces, que el primer disco del artista que cayera en mis manos fuera éste. Sea Change es el disco más "calmado" de la colección de Beck, si es que el término se aplica en su sentido más extenso. Es un disco de cantautor, donde el melancólico aspecto lírico se basa en situaciones personales(llámese corazones rotos y visiones crípticas sobre el futuro de un apestado) y se apoya, principalmente, en una base de guitarras acústicas de sorprendente belleza.
Resulta difícil no sucumbir ante el dulce lamento de "The Golden Age", los acentos lo-fi en "Lost Cause" o "It's All in Your Mind", o sentirse alucinado por el siniestro crescendo de cuerdas en "Lonesome Tears", uno de sus mejores temas. Una vez que adquiriera los aclamados Odelay! y Mellow Gold(que no me causaron la misma grata impresión) fue entonces que entendí la naturaleza de Beck.
Si bien el notable eclecticismo de dichos discos no aparece en Sea Change, sí existe una sorprendente osadía por romper sus propios esquemas y lanzar un disco introspectivo y desnudo, de altísimo nivel de cohesión, el cual demuestra otra de sus muchas facetas como artista. Beck no tiene miedo en absoluto de cambiar de estado de ánimo entre lanzamientos, ni tampoco de arriesgar la respuesta del público, siempre manteniendo un nivel de calidad e independencia que muchos de sus contemporáneos soñarían con tener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario